Rinoplastia Sin Cirugía – Rinoplastia Líquida
La Rinoplastia Líquida, rinoplastia sin cirugía, el modelado nasal, rinomodelación o cualquier otra nomenclatura que se desee usar, no es mas que la inyección de una sustancia en los tejidos blandos de la nariz para modificar sus contornos. Tradicionalmente las soluciones a los problemas estéticos de la nariz han pasado por la realización de Rinoplastias o Rinoseptoplastias. Estas intervenciones, con resultados altamente satisfactorios, se basan en el tallado y modelado de las estructuras de soporte de la nariz (hueso y cartílagos) para conseguir el cambio de forma deseado. La piel y musculatura nasales se adaptan a esta nueva estructura revelando el cambio definitivo (para obtener toda la información al detalle visite este enlace ). Como podrá leer más adelante, no todo el mundo se va a beneficiar de esta técnica, que no está exenta de posibles complicaciones.
Puntos clave sobre Rinoplastia Líquida.
- Por su inmediatez y sencillez, la tendencia actual es a realizar la rinoplastia líquida mediante el uso de materiales inyectables como el Ácido Hialurónico o la Hidroxiapatita Cálcica.
- Los resultados obtenidos con estos productos son inmediatos aunque transitorios ya que son reabsorbidos de forma gradual, según la cantidad y densidad empleadas, en pocos meses.
No muchas narices se benefician de una Rinoplastia Líquida.
La filosofía correcta para realizar un modelado nasal adecuado, predecible y armonioso y duradero pasa por “esculpir” sus estructuras interiores para darlas forma; no pasa por ocultarlas bajo un implante. Es igualmente raro, aunque posible, que un paciente precise únicamente el tratamiento de la punta o del dorso.
Los mejores candidatos para una Rinoplastia Líquida son pacientes que precisarían una Rinoplastia de aumento que no distorsionase o agrandase en exceso el perfil facial o en pacientes con una piel nasal excesivamente fina. La amplitud de la modelación puede oscilar entre pequeñas asimetrías o correcciones hasta otros casos en los que es necesario abarcar la totalidad de la nariz.
Desde hace bastantes años se viene realizando el modelado de la nariz mediante la inyección de diversas sustancias sintéticas como ácido hialurónico, hidroxiapatita cálcica, etc. Aunque la propuesta es atractiva hay que tener en cuenta varias particularidades:
La nariz es una estructura anatómica que a lo largo de la Historia ha demostrado una especial intolerancia a los materiales sintéticos sólidos o inyectables.
- Los inyectables permanentes son especialmente peligrosos por que muchos de ellos no pueden ser retirados, buscan la manera de ser expulsados al exterior o crean grandes cicatrices, dejando secuelas. Los implantes permanentes, en caso de una eventual Rinoplastia, pueden generar problemas de planificación o de resultados ya que no es previsible su comportamiento. Aunque recién puestos los suele tolerar bien, con el paso de los meses o años, los rellenos permanentes, suelen dar problemas y precisan su retirada (si es posible realizarla)
- Por otro lado los inyectables reabsorbibles carecen de estos problemas pero el resultado no suele durar más allá de un año (según la cantidad y densidad utilizadas), por lo que se deben repetir las inyecciones a intervalos regulares. Aunque aparentemente se trate de técnicas muy sencillas y carentes de complicaciones hay que tener en cuenta que, en manos inexpertas, pueden ser causa de gravísimas consecuencias como necrosis de piel o cegueras irrecuperables.
- El tejido adiposo es, hoy por hoy, el implante inyectable permanente perfecto para realizar un modelado nasal sin cirugía. Los microinjertos de grasa o lipoimplantes, se realizan con el tejido adiposo del propio paciente por lo que no existe rechazo y no da problemas ni a corto ni a medio ni a largo plazo. Es más, si el paciente deseara realizar una Rinoplastia convencional con el paso de los años, esta se podrá realizar sin ningún problema ya que la grasa se comporta como un tejido vivo que puede ser intervenido como cualquier otro. Al igual que con los demás materiales inyectables, es preciso tener una adecuada experiencia para evitar posibles complicaciones. Si quiere más información sobre lipoimplante (injerto de grasa) visite este enlace.
Rinoplastia líquida mediante injertos de grasa:
Los injertos de grasa se pueden emplear de tres formas diferentes:
- El modelado primario de una nariz no operada puede realizarse mediante el uso de injertos de grasa. La estructura de la piel y musculatura nasales permite la implantación de mínimas cantidades de grasa que, estratégicamente colocadas, pueden mejorar los contornos y proporciones de la nariz. Como podemos seleccionar las áreas a inyectar, en caos seleccionados se puede disimular una nariz torcida. Podemos elevar el dorso, rellenar el puente nasal o dar forma a la punta, entre otras cosas.
- Los injertos de grasa se pueden usar también después de Rinoplastias secundarias, son especialmente útiles, no solo para mejorar los contornos o defectos residuales, también para mejorar las cualidades de la piel y hacerla más natural, uniforme y sana. Son extremadamente útiles para mejorar cicatrices situadas en la piel nasal, causadas por accidentes u otras cirugías.
- Puede también obtener información sobre el uso de los injertos de grasa durante la realización de rinoplastias en este enlace.
Como se realiza una Rinoplastia Líquida mediante injertos de grasa.
La técnica de Rinoplastia Líquida mediante injertos de grasa no es extremadamente complicada pero si especialmente delicada. No solo hay que conocer a fondo la anatomía estática y dinámica de la nariz si no también dominar profundamente la técnica de los lipoimplantes. Las cantidades de grasa que se emplean en el modelado nasal son muy pequeñas y deben ser distribuidas de forma estratégica si queremos que las células sobrevivan y obtener resultados y permanentes. Si la grasa es adecuadamente implantada las células podrán sobrevivir, ofreciendo un resultado permanente aunque sometido, como es lógico, al envejecimiento del paciente.
Las rinoplastias no quirúrgicas se parecen a las Rinoplastias tradicionales en cuanto a que cada paciente tiene unas necesidades específicas. Puede ser necesaria la modelación de toda la nariz o sólo de áreas específicas. Como siempre, la planificación previa y el estudio de las necesidades y deseos del paciente es fundamental.
El tratamiento se realiza con anestesia local y consiste básicamente en la extracción de un volumen de grasa pequeño de la zona abdominal o muslos. Esta grasa se procesa adecuadamente para su implantación posterior.
Una vez preparada, su tejido adiposo será cuidaosa y estratégicamente implantado en la nariz en cantidades muy pequeñas. La implantación se realiza mediante cánulas (nunca agujas) muy finas desde el interior de la nariz por lo que no quedan marcas residuales en ningún lugar.
Al terminar el tratamiento no suele ser necesario ningún vendaje o apósito. Es normal la aparición de una pequeña inflamación que suele tardar unos días en desaparecer. Tampoco suelen aparecer moraduras en la nariz o zonas adyacentes. Son muy importantes las medidas postoperatorias para asegurar una supervivencia correcta de la grasa y por tanto que el resultado sea permanente.
Inicialmente verá una forma nasal adecuada, homogénea, pero no definitiva. La grasa injertada precisa de una serie de días para “prender” adecuadamente y, de esta manera, sobrevivir. Parte de los fluidos y de las celulas que no consiguen sobrevivir se eliminaran durante las siguientes semanas y finalmente el injerto se convertirá en un tejido estable y natural. En condiciones normales se consigue una estabilidad total sobre los dos meses.
Información adicional
Al contrario de lo que ocurre con los rellenos inyectables (especialmente los permanentes) los injertos de grasa no impiden o dificultan la planificación o ejecución correcta de una eventual Rinoplastia quirúrgica ya que estaremos operando sobre un tejido vivo equivalente a los que ya existen de forma natural en todas las narices. En ocasiones, realizar Rinoplastias sobre narices transformada con materiales sintéticos no reabsorbibles puede acarrear resultados poco predecibles o crear dificultades de planificación.
Cási todas las narices pueden ser tratadas mediante injertos de grasa aunque pocas se beneficiarán de un buen resultado. Realmente sólo aproximadamente un 20% de narices presentan defectos que pueden ser tratados de forma efectiva mediante esta técnica. El 80% restante debería someterse a una Rinoplastia convencional o , si opta finalmente por un lipoimplante nasal, conformarse con resultados finales limitados. Tenga en cuenta, por ejemplo, que mediante una Rinoplastia líquida con injertos de grasa (u otro material inyectable) no será posible estrechar o reducir el dorso o la punta de la nariz.